Lunes Santo magenta.

Era Lunes Santo en el barrio de San Antolín y los primeros en llegar a la parroquia fueron los floristas para empezar su labor de todos los años; arreglar los once tronos que saca a la calle la Cofradía del Perdón. A las doce del mediodía tenía lugar el descendimiento y besapié al Cristo del Perdón, que congregó en su iglesia a gran parte del barrio. 
A las siete de la tarde comenzó a salir la procesión magenta por las calles de la capital. A pesar de que era lunes, mucha gente se concentraba en los primeros metros del recorrido, sobre todo en San Pedro. El cielo no estaba despejado, pero no eso no fue inconveniente para que los magentas mostrasen su pasión en cada uno de sus pasos. La Coronación de Espinas lució su nuevo trono, las burlas llevaron por primera vez la insignia de su Cofradía y el titular, el Santísimo Cristo del Perdón, iba acompañado de María, San Juan, la Magdalena y su rosal.
























  
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