Viernes de Dolores.



   Era Viernes de Dolores y Murcia se volvía nazarena. La primera tarde de la Semana Santa de la capital se teñía de azul y se llegaba desde San Nicolás a toda la ciudad. La plaza Mayor se inundaba de nazareno del Amparo esperando a que la parroquia abrisese sus puertas y pudiesen realizar su estación. El paso de Jesús ante Pilatos cumplía veinticinco años procesionando y el Gran Poder estrenaba túnica marrón franciscano. El Santísimo Cristo del Amparo se alzaba entre una montaña de rosas blancas, con la corona de espinas posada en el frontal del paso. La Semana Santa de Murcia está inaugurada.


PROCESIÓN DE LA VENERABLE COFRADÍA DEL SANTÍSIMO
CRISTO DEL AMPARO Y MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES





















Jorge Martínez Reyes.
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